Mis Libros

miércoles, 11 de febrero de 2009

Perversión 3



¿Cuántas veces se ama en la vida? —le preguntó mirándola a los ojos—¿Cuántas?
¿Cuántas veces queda sepultado el amor bajo los adoquines del silencio? ¿Te crees que todo es calentura? ¿O son los besos no natos que se atoran y te ahogan? ¿Es que nunca has de ceder? ¿Siempre tienes que alzarte orgullosa? -le dijo con los ojos llenos de lágrimas mientras recorría con sus dedos cada línea de su cara.
¿Es que nunca paras? ¿Siempre ha de correr el tiempo tras tus pasos? ¿Crees que sólo tú tienes la razón? —se acercó y le dio el beso que jamás le había dado— ¡Estás equivocada! Tan equivocada.
Se levantó de la cama y caminó desnudo por el cuarto, sereno. — ¿Sabes? Yo te amé o te amo, pero ya ni modo... —sentenció soltando el cuchillo ensangrentado y azotando la puerta de su viejo cuarto.

Media parábola sobre cómo ganar una discusión que siempre ha sido perdida

Perversión 2



Caminó, siempre un pie siguiendo al otro, caminó buscando el mañana. Siempre con la mirada alta sin dar vuelta atrás. Caminó buscando el final y cuando lo encontró tuvo que volver a empezar.

Zapatito con agujero al lado del dilema de la eternidad

Perversión 1


Anteayer, el día de antes de ayer también fue ayer sin dejar de ser día, y sólo dejó de ser hoy.

Paleta agridulce sobre la eterna paranoia del tiempo

Imágenes de esta perversión