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martes, 29 de diciembre de 2009

Perversión 19

- ¡Humm!

- ¡AAAH!

- ¡Espera! Despacio, ¡con cuidado!

- ¿Ehh?

- ¡Humm! ¡Más despacio!

- ¡Así está bien! ¿O más despacio?

- ¡Ayy! ¡Mis piernas! ¡No empujes tan duro!

- ¡No seas pesada!

- ¡De ladito, de ladito!

- Es que está super duro.

- Sí, lo siento. ¡Mmmm!

- ¿Lo sientes? Déjalo que resbale un poco, ¡Así, así!

- ¡Viene, viene! ¡Humm!

- ¡Sí, que resbale! ¡Mmmm!

Carlos que escuchaba tras la puerta, dejó caer el ramo de rosas, rompió en llanto, bajó las escaleras y desapareció de su vida.

Después de un golpe en las piernas y un quejido más, Jennifer exclamó:

- ¡Por fin está en su lugar el piano!


Principio errado de las puertas comunicantes.

Perversión 18


- ¡Punto y aparte! -dijo ella.

- No, punto final -dijo él.

- ¡Maldita sea! No seas necio: ¡Es punto y aparte!

- ¡Estúpida! ¡Es punto final!

- ¡Pendejo impotente! ¡Es punto y aparte!

- ¡Ramera de mierda! ¡Es punto final!

- ¡Guarro eyaculador precoz, mayate nalga pronta! ¡Es punto y aparte! -grito desesperada.

Emputadisísisima sacó su pistola y le colocó un tiro en la frente, dio la media vuelta y se fue.


Capítulo transitorio y congruente sobre la vieja frase: "¡Yo tengo la última palabra!". [Punto y aparte, por aquello de no te entumas}.

Perversión 17


- ¡Eureka! ¡Lo odio todo! - dijo encabronadísimo, mientras se jalaba los cabellos trenzados con ideas grandilocuentes.

Y Nada se cagó de risa.


Primer vericueto transitorio de la estupidez de la intelectualidad.



- ¡Eureka! ¡Lo odio todo! - dijo encabronadísimo, mientras se jalaba los cabellos trenzados con ideas grandilocuentes.

Nada se cagó de risa y se dio cuenta de su propia existencia dentro del todo.


Revancha dominguera y de mala fe del primer vericueto transitorio de la estupidez de la intelectualidad.




perversión 16


Solo, él siempre estaba solo, vivía solo y creía en la misma ausencia que hay en los restos del olvido. Hasta que un día se encontró con ella, con Soledad, fue de ella, y de verdad supo lo que era estar solo.


Cajita de sorpresas quinceañera del significado y significante.

Perversión 15


Se miró en el espejo, reconoció su pelo negro medio lacio y medio chino, sus labios regordetes y su nariz chueca, pero sobre todo sus ojos claros y tristes. Todo le importó poco y salió no sin antes ponerse su mejor sonrisa. Mientras su imagen encerrada en el espejo seguía llorando.


Última pisada sobre el piano, Mercurismo poético y profético de el Show debe continuar, mejor conocido como chingate a seguir viviendo.

Imágenes de esta perversión