Mis Libros

viernes, 10 de junio de 2011

Perversión 33

Ese fue un San Valentín sangriento, le llegó su primera menstruación. 

Cuento de terror ante la mercadotecnia del 14 de febrero y los osos de peluche


Perversión 32

Ellos se sentían, a pesar de la distancia podían casi olerse, algunas veces llegaban a intuirse: parecía que eran el uno para el otro. 
Un día quedaron de verse olvidando que ambos eran ciegos. 

Óptica retrospectiva sobre la necedad del amor


Perversión 31



Ella sentía a su alrededor los brazos fuertes, al mismo tiempo sus pezones golpeteaban contra los músculos planos de sus pectorales. Se movía divino, adelante - atrás, en círculos, en ochos: su vientre se deleitaba con el impulso delantero que propinaban sus bien formadas nalgas. De pronto hizo una pausa: 
- ¡Te amo! -dijo jadeante y bañado en sudor, a punto del éxtasis. 
- ¡No mames, Cállate! Y síguete moviendo! -ordenó sensual, poniendo su dedo índice sobre sus labios. 

Publicidad espectacular vengativa sobre la misoginia de la cosificación de lo femenino

Perversión 30

- ¡Es inútil pedirte fidelidad! -exclamó triste, enojado, y enamoradísimo, mientras ponía sobre el buró dos billetes de quinientos pesos. 

Verdad látex de color amarillo chillante sobre el respeto de una mujer que vive de la verga


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