Comenzó a temblar, y él y ella comenzaron a subir las escaleras. En el primer descanso un señalamiento avisaba, con dos manos entrelazadas el comienzo del gusto. Tomados de la mano siguieron subiendo. En el segundo descanso un letrero marcaba, con dos bocas rojas yuxtapuestas, el momento del beso. Mientras se besaban continuaron por las escaleras: ¡era tan difícil separar sus labios! Al llegar al tercer descanso, se marcaba en el aviso mano - teta, mano - nalga. A la vez que sus manos recorrían ávidaz sus cuerpos y las zonas marcadas de placer, y se humedecían en la entre pierna, y se cruzaban los suspiros, continuaron haciendo pausas, subiendo por la escalera. Casi sin ropa ambos llegaron al último descanso, olían próximos al sexo, se detuvieron ante la señal verde con una flecha blanca, debajo unas grandes letras que decían -RUTA DE EVACUACIÓN- y mostraban dirección a una gran cama. Ambos se separaron y decidieron bajar cada uno por su lado.
Programa interno de protección para el desamor, o de la importancia del lenguaje para llegar a la cama [a hacer el amor o a coger o mera continencia sexual]
No hay comentarios:
Publicar un comentario